Opinión

La agitada carrera contra el calentamiento global

casa en el aguaCada vez que surgen nuevos estudios relativos al comportamiento de las temperaturas en el planeta y de sus posibles efectos derivados, el panorama se torna más crítico y preocupante. Los hallazgos comprueban que el sistema climático, así como los diferentes ecosistemas del orbe, están respondiendo positivamente a un escenario global de progresivo calentamiento. Y en esta situación el hombre parece ser un actor principal incidiendo, de acuerdo a investigaciones, como nunca antes en la historia, en el derrotero del clima.

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‘Los límites del crecimiento’ estaba en lo cierto: así será el declive de nuestra civilización

población globalHace 40 años, a principios de la década de los 70, un colectivo de ecólogos, biólogos y climatólogos se reunió bajo los auspicios del llamado Club de Roma, recopilaron datos sobre el estado de la Tierra y construyeron un sofisticado (para la época) modelo informático llamado World3 y que proyectaba la evolución de las distintas variables hasta 2100.

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COP 20, 21: ¿Cambiamos el clima o el sistema económico?

chimeneas(por Walter Chamochumbi, vía EcoPortal) A tenor de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), desde 1994 a la fecha se realizaron 19 Conferencias de las Partes-COP bajo disímiles contextos políticos y económicos y a la luz mundial de la agenda que los países industrializados, principales responsables de la crisis ambiental y climática, continúan imponiendo en el marco de las negociaciones sobre reducción de las cuotas de emisiones GEI, políticas de mitigación y adaptación y acuerdos complementarios.

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Radar latinoamericano: COP20, menos suavidad, más aptitud

COP20 (por Javier Cruz, vía SciDev.Net)

Casi en cualquier ámbito de discusión política, el concepto cambio climático conduce demasiado rápidamente al tema de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), reducido con frecuencia a discusiones sobre la combustión de gasolinas, petróleo o gas natural. Eso es un problema y podría convenir que Latinoamérica cambie el tono.

Una consecuencia de que el enfoque sea la mitigación es que la discusión pública se traba, polarizada sin remedio.

Quienes se parapetan tras la economía más conservadora alegan —al parecer con éxito— que por más avances que hayan hecho las tecnologías para generar electricidad a partir de fuentes no fósiles, sus costos no son aún “competitivos”. En pocas palabras: no hay kWh más barato que el generado quemando carbón, diesel o gas natural. Este es un argumento que convendrá analizar con detalle en otra entrega.

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Acciones cotidianas por la ecología

Les comparto una interesante nota de Daniel Galvalizi en Opinión Sur Jóven:

Lejos de las grandes organizaciones ambientalistas, muchas personas deciden aportar su granito de arena en pequeñas acciones de la vida cotidiana para cuidar al medioambiente: no lavarse los dientes con la canilla abierta, imprimir gastando la menor cantidad de papel, disminuir el uso de gas de cocina… Vegetarianos, recicladores y gente que hace difusión entre su círculo íntimo son algunos de los protagonistas de esta nota. Muchas veces escuchamos eslóganes que dicen que los pequeños esfuerzos individuales son los que motorizan los verdaderos cambios.

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"Tenemos más conocimiento sobre sostenibilidad que nunca, pero lo estamos destrozando todo"

Enric Pol es catedrático de psicología social y ambiental de la Universidad de Barcelona y director de la Xarxa de Recerca en Educació per la Sosteniblitat. Sus investigaciones muestran que en estos temas tenemos un nivel de conciencia muy elevado, pero esto no quiere decir necesariamente que actuemos de manera coherente. Es más, el exceso de información y los mensajes contradictorios y poco argumentados pueden derivar en la "ecofatiga", y generar un efecto rebote.

Enric Pol(vía Sostenible.cat) ¿Cuál podemos decir que es el nivel de conocimiento y concienciación social que hemos alcanzado después de varios años de educación para la sostenibilidad?

En estos momentos realmente es difícil encontrar a alguien que no haya sido sometido a algún tipo de formación sobre este tema, pero eso no quiere decir que tengan recuerdo de esta formación. En la encuesta que hicimos desde la Xarxa de Recerca en Educació per la Sosteniblitat en 2007 y 2009, con una población que incluía desde niños de 8 y 9 años hasta población universitaria, comprobamos que el nivel de información básica lo tiene todo el mundo. Hay información, pero a veces es información dudosa, no tanto porque los mensajes sean erróneos, sino porque hay muchos factores que hacen generar escepticismo. Según la encuesta, y como corresponde en el estadio evolutivo, los niños daban las mejores puntuaciones: lo saben todo y se lo creen todo; si se les ha explicado es que es verdad. Cuando llegan a la adolescencia esto cambia, porque es lo que toca, hacer un pulso con la estructura, y empezar a contrastar las diversas informaciones. Después se recupera un poco, pero no demasiado. En parte porque se están recibiendo muchas consignas absolutamente contradictorias, y no queda claro qué es lo más importante.

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Reclama tu pedazo del cielo -se acaba rápidamente

Hay una forma correcta y una equivocada de realizar el “comercio de emisiones”. Sentirás la diferencia en el aire..
y en tu bolsillo.

(víaYES! Magazine) La atmósfera es diferente a la propiedad privada—todos los seres vivos la comparten, lo cual la convierte en un bien común. Pero eso no detiene a las corporaciones de intentar privatizarla persuadiendo al Congreso para que les otorguen derechos de libre contaminación en el futuro, convirtiéndose, en efecto, propietarios de nuestro cielo común.

¿Quién debería poseer el cielo? ¿Las corporaciones contaminantes? ¿El Gobierno? ¿O todos nosotros como co-propietarios? El cómo respondamos a esta pregunta determinará el sistema de limitación de carbono que tengamos.

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