Hannah Chalmers explica cómo la reducción de emisiones por deforestación puede cumplir un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático.
(SciDevNet, 2009) Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, más de 1.6 mil millones de personas alrededor del mundo dependen de los recursos forestales para su sobrevivencia. [1] Los bosques también proporcionan una serie de servicios derivados de los ecosistemas, como reservorios de agua, incremento del régimen de lluvias, reciclaje de nutrientes, biodiversidad y estabilización de los suelos, y pueden ayudar a controlar las inundaciones y aumentar la productividad agrícola. Pero a medida que la población crece y los países se desarrollan, aumenta el estrés de muchos bosques, particularmente en el mundo en desarrollo, donde muchos países están padeciendo una rápida deforestación (Ver Cuadro 1).