Es lo que tienen los resultados de algunas encuestas, que son como los buenos deseos de fin de año. Todos somos muy buenos, estamos dispuestos a todo, nos queremos mucho y no deseamos el mal a nadie. Tampoco al planeta, faltaría plus, pero que no metan mucho el dedo en la llaga, que no nos pregunten impertinencias como si, por salvar el planeta, usted comería menos, especialmente carne roja (supone el 18% del CO2 emitido), tomaría menos el coche o aviones. Mejor que el mundo se arregle solo, cuenta con todos nuestros buenos deseos, pero no a costa de cambiar de vida. De eso, ni hablar del peluquín, concluye una encuesta hecha a los británicos por Reuters sobre el comportamiento ambiental.