Ya es oficial, no habrá acuerdo en Copenhague. China y EE.UU. entre otros, han anunciado que no pueden firmar un compromiso ambicioso de reducción, al menos todavía. Mientras, Brasil da ejemplo con una meta voluntaria muy ambiciosa.
La posición de Estados Unidos y China era crucial para alcanzar los objetivos de la cumbre de diciembre sobre cambio climático. El anfitrión del evento, el primer ministro danés Lars Loekke Rasmussen, se presentó por sorpresa en Singapur donde los dos gigantes, junto con otros países también muy relevantes para la cumbre (Japón, Indonesia o México) celebraban la asamblea de la Asociación Asia-Pacífico.