Los Mercados de Carbono después de Cancún

La inclusión de la técnica de Captura y Almacenamiento de Carbono (CCS, por sus siglas en inglés) en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de las Naciones Unidas está en apogeo para las industrias petroleras del Medio Oriente y el Mar del Norte, las cuales usarían el mecanismo para subsidiar la extracción de inclusive más petróleo del suelo.

¿Qué fue acordado?

Como resultado de la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP16) en Cancún, “la captura y almacenamiento de dióxido de carbono en formaciones geológicas” es ahora elegible como base para proyectos MDL.1 Esto probablemente conlleve grandes beneficios para las compañías petroleras, las cuales están rápidamente re-posicionando técnicas conocidas como la Recuperación Mejorada de Petróleo (EOR, por sus siglas en inglés) como una forma de almacenamiento de carbono bajo tierra.

EOR fue desarrollado originalmente para extraer más petróleo de los campos que llegaban al final de su tiempo de vida. Este es su principal propósito, no reducir emisiones. Si se incluye en el MDL, se haría un cálculo en las “reducciones” en relación a la cantidad de CO2 bombeado en viejos pozos petroleros. El cálculo sin embargo, no consideraría el notoriamente más grande volumen de CO2 liberado en la atmósfera a través de la extracción y quema de más petróleo. Como se ha visto con otras metodologías del MDL, el efecto “lock in” o “bloqueo” al subsidiar un modelo energético basado en combustibles fósiles, no es considerado relevante para calcular las “reducciones” de los proyectos de compensación.

Mirando más allá, el CCS está siendo promocionado en el sector de electricidad como “carbón limpio”, así como atrayendo el interés de una variedad de sectores industriales (notablemente, acero), los cuales están ansiosos por reclamar reducciones de emisiones sin tener que involucrarse en un camino de desarrollo fundamentalmente más limpio y revisión tecnológica. Lo que estas tecnologías tienen en común es el supuesto de que la captura, transporte y almacenamiento del carbono puede ser factible a gran escala. Sin embargo, esto no ha sido comprobado aún, y hay muchas razones para creer que no va ha ser ni técnica ni económicamente viable.2

La decisión de Cancún no es el final de la historia del CCS en el MDL. Implementar el acuerdo requiere que una serie de asuntos sean “resueltos de manera satisfactoria”. La decisión cataloga una serie de dificultades, incluyendo el riesgo de que el almacenamiento de CO2 no sea permanente, por lo que podría causar un derrame de las formaciones geológicas bajo tierra. Otros riesgos ambientales y de salud pública, así como las responsabilidades legales en el caso de derrames o “daño al medio ambiente, propiedad o salud pública” quedan sin resolver. El texto de la decisión también afirma que los proyectos necesitarán hacer “una provisión adecuada para restaurar ecosistemas dañados y completa compensación para las comunidades afectadas en el caso de liberación de dióxido de carbono”. El MDL no contiene un mecanismo que haga cumplir tales provisiones, y la naturaleza del esquema (el cual es principalmente un medio para subsidiar industrias contaminantes) lo hace improbable para que tales provisiones puedan emerger.

¿Qué pasa después?

La conferencia de Cancún rompió el impasse en las negociaciones sobre la inclusión del CCS en el MDL, el cual ha sido un debate recurrente desde el 2005. La siguiente fase es una invitación a los países y observadores no-gubernamentales a entregar sus opiniones sobre la inclusión del CCS en el MDL al secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) para Febrero del 2011. Estas, en teoría, informarán las consideraciones de la 35ava reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA, por sus siglas en inglés), la cual se llevará a cabo en Bonn, Alemania, en Junio 2011. Los resultados deliberados por este panel serán una recomendación para la próxima Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP17) en Durban, a finales del 2011.3  

Si una evaluación seria sobre los riesgos e incertidumbres que rodean al CCS se llevara a cabo, tales proyectos nunca podrían proceder. Sin embargo, sería ingenuo pensar que una decisión técnica podría bloquear la presión política.

El empuje por el CCS viene de Noruega, Arabia Saudita (con el apoyo de la OPEC) y el Reino Unido. En el pasado, la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés) y Brasil se han opuesto vocalmente al CCS, pero en Cancún hicieron concesiones a cambio de obtener progreso en otros asuntos que ellos consideraban no-negociables. A pesar de que una coalición de estados podría todavía bloquear el progreso del CCS en el MDL, sólo con una fuerte oposición ahora, el resultado más probable pareciera ser que los intereses que vieron un acuerdo empujado en Cancún van a cementarlo en Durban.

¿Quién sale ganando?

La presión más importante para introducir el CCS en el MDL ha venido de los productores de petróleo y gas. A pesar que la mayoría de métodos para capturar el carbono (incluyendo el sector energético) siguen sin haber sido comprobados en ninguna escala, la excepción a esta norma es EOR, la cual es una práctica muy difundida en la industria del petróleo. Su capacidad de almacenamiento a largo plazo aún es desconocida, pero EOR ha sido demostrablemente exitoso en extraer más petróleo de campos petroleros ya existentes.

Noruega, el Reino Unido y Australia han empujado por el CCS al tener un interés común en la exportación de tecnología, con el primero habiendo desarrollado técnicas EOR para extender el tiempo de vida del petróleo del Mar del Norte. Los estados del Golfo mientras tanto, prevén una serie de potenciales nuevos proyectos lucrativos. Mayor apoyo en este sentido viene de Argelia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea. 

En el lado corporativo, Schell y BP han promovido fuertemente la inclusión del CCS en el MDL, tanto directamente como bajo los auspicios de la Cámara de Comercio Internacional y la Asociación Internacional para el Comercio de Emisiones. La Asociación Mundial de Carbón, una asociación global de la industria que incluye a los mayores productores internacionales de carbón y a las partes interesadas, también afirmó que el cabildeo para incluir el CCS en el MDL era “uno de los asuntos cruciales para lo que vinimos [a Cancún]”

En el largo plazo, el CCS aumenta el espectro de una nueva generación de estaciones térmicas a carbón financiadas por el MDL, el cual ya incluye estaciones térmicas a carbón “supercríticas”. Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la Agencia de Energía Internacional, la cual ha empujado fuertemente por incluir el CCS en el MDL, afirma que el mundo necesita aproximadamente 3,400 proyectos de captura y almacenamiento de carbono para el 2050 si las emisiones van a ser limitadas sin alterar la aspiración de un crecimiento económico infinito.

Varias otras industrias –más notablemente el sector del acero- también están promoviendo la investigación en la captura de carbono como una alternativa a cambios más fundamentales en sus ciclos de producción.

Una consultora sobre cambio climático del Reino Unido, Carbon Counts, estima que los desarrolladores de proyectos de CCS podrían generar varios cientos de millones de créditos de compensación por año para el 2020. Esto puede ser una exageración, ya que la aprobación de los primeros proyectos tomarían unos cuantos años a pesar de que el acuerdo sobre CCS se concluya en Durban en el 2011, pero es claro que el CCS en el MDL probaría ser un mercado lucrativo. Más fundamental, el debate refuerza las tendencias clave que rodean la expansión de los mercados de carbono en los acuerdos climáticos: promoción del comercio y protección de la industria repetidamente por encima de las preocupaciones ambientales y sociales, y las industrias de combustibles fósiles son los principales beneficiarios.
 

Más Lecturas
“Carbon dioxide capture and storage in geological formations as clean development mechanism project activities”, http://unfccc.int/files/meetings/cop_16/application/pdf/cop16_cmp_ccs.pdf

Nuevos reportes indexados del CCS en el MDL:
http://www.delicious.com/carbontradewatch/CCS

 

1     Una decisión separada sobre “Captura y almacenaje de dióxido de carbono en formaciones geológicas como proyecto en las actividades del mecanismo de desarrollo limpio” forma parte de los Acuerdos de Copenhague. Ver http://unfccc.int/files/meetings/cop_16/application/pdf/cop16_cmp_ccs.pdf
2
     Para un claro resumen escrito sobre los riesgos del CCS, ver Emily Rochon et al. (2008) False Hope: why carbon capture and storage won't save the climate, Greenpeace, http://www.greenpeace.org/raw/content/international/press/reports/false-hope.pdf
3
     Si el CCS es aceptado completamente, las compañías (o gobiernos y agencias intergubernamentales) podrán entonces ser capaces de proponer “metodologías” de MDL relacionadas a la captura de carbono, la cual debe ser luego recomendada por el Panel de Metodologías del MDL para su aprobación por la Junta Ejecutiva del MDL, la cual administra este esquema. Los proyectos de MDL pueden entonces ser propuestos de acuerdo a estas metodologías, las cuales van a ser capaces de otorgar Reducciones de Emisiones Certificadas (CERs, por sus siglas en inglés). Para un descripción más detallada de cómo los proyectos de MDL son registrados, ver Tamra Gilbertson y Oscar Reyes (2009) Mercado de Carbono: cómo funciona y por qué fracasa, Uppsala: Dag Hammerskjold Foundation, www.carbontradewatch.org/publications/el-mercado-de-emisiones-como-funciona-y-por-que-fracasa.html p.64-65

Fuente: por Oscar Reyes, en Carbontradewatch.org, bajo licencias CC

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