Se prevé que el cambio climático tenga consecuencias a largo plazo para la salud humana.
La salud pública depende de suficientes alimentos, agua potable segura, viviendas seguras, buenas condiciones sociales y un entorno ambiental y social adaptado para controlar las enfermedades infecciosas. Todos estos factores pueden verse afectados por el clima.
Las olas de calor están vinculadas a las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y de otro tipo.
La diversidad biológica, fuente de un enorme valor ambiental, económico y cultural, se verá amenazada por el rápido cambio climático. La composición y distribución geográfica de los ecosistemas ha de cambiar a medida de que cada alguna de las especies responda a las nuevas condiciones creadas por el cambio climático.
El cambio climático ha de afectar los asentamientos humanos.
Los asentamientos que dependen en gran medida de la pesca comercial, la agricultura de subsistencia y otros recursos naturales son particularmente vulnerables.
La agricultura mundial ha de hacer frente a muchos problemas en los próximos decenios.
La degradación de los suelos y los recursos hídricos ha de crear grandes presiones en la consecución de la seguridad alimentaria para las poblaciones en pleno crecimiento.
Las actividades humanas más importantes generan gases de efecto invernadero
Las emisiones comenzaron a incrementarse de forma espectacular en el decenio de 1800 debido a la Revolución Industrial y a los cambios en la utilización de la tierra. Muchas de las actividades asociadas con la emisión de gases son ahora esenciales para la economía mundial y forman una parte fundamental de la vida moderna.
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