Son muchos los argumentos que se esgrimen alrededor del cambio climático, desde el papel a la red, desde los más pesimistas hasta los más realistas, algunos muy coherentes, otros no mucho; pero sin duda este es un tema que cobra cada día más importancia en el panorama mundial, ya sea por el deseo real de hacer frente al problema y a las implicaciones que tendría en el desarrollo de la humanidad el seguir actuando de la misma manera, o simplemente por la búsqueda de protagonismos políticos, justificación de restricciones para los menos desarrollados o la continuación de la retórica estéril de siempre.
Los escépticos tal vez hoy son menos, los catastrofistas muchos más, y alrededor de estas dos corrientes de pensamiento (si es que acaso se pueden llamar así) están aquellos que se aprovechan de ello de una u otra forma para proteger sus propios intereses y generar confusión.