Científicos han descubierto la primera prueba inequívoca de que la región ártica se calienta ya a una tasa más alta que el resto del mundo, por lo menos 10 años antes de cuando se había vaticinado tal acontecimiento.
Investigadores del cambio climático han descubierto que las temperaturas del aire en la región son más altas de lo que se esperaría en otoño, porque el mayor derretimiento de la capa de hielo en el Ártico durante el verano hace que se acumule calor en el océano. No se esperaba ver este fenómeno, conocido como amplificación ártica, por lo menos en los próximos 10 o 15 años, y el descubrimiento aumentará las preocupaciones de que el Ártico haya pasado ya el punto de no retorno hacia veranos sin hielo, más allá del cual no se podrá recuperar.
Se considera que el Ártico es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, y su transición hacia otro estado climático tendrá impacto directo en otras partes del hemisferio norte, e indirectos en todo el mundo.
Si bien los investigadores han documentado una pérdida catastrófica del hielo marino durante los meses de verano en los 20 años pasados, hasta ahora no habían detectado una señal definitiva en la temperatura que pudieran vincular con las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, en un estudio que se presentó este martes en la reunión anual de la Unión Geofísica Estadunidense, en San Francisco, California, científicos muestran que la amplificación ártica ocurre desde hace cinco años y que continuará intensificando el calentamiento de la región en el futuro previsible.
Durante muchos años, modelos de computadora del clima global han sugerido que el Ártico se calentaría a una tasa más rápida que el resto del planeta debido a la amplificación ártica, pero muchos científicos creían que este efecto sólo se volvería cuantificable en las próximas décadas.
Sin embargo, un estudio realizado por científicos del Centro Nacional de Datos sobre la Nieve y el Hielo de Estados Unidos (NSDIC, por sus siglas en inglés), en Colorado, ha mostrado que la amplificación ya aparece bajo la forma de un marcado incremento en las temperaturas del aire en la superficie en la región ártica durante el otoño, cuando el hielo marino comienza a formarse de nuevo luego del deshielo en verano.
Julienne Stroeve, del NSIDC, quien encabezó el estudio junto con su colega Mark Serreze, dijo que las temperaturas del aire en otoño de este año y los recientes han sido anormalmente altas. El océano se calentó más de lo normal porque el calor del sol fue absorbido con mayor facilidad por las zonas oscuras del mar abierto, en comparación con la superficie altamente reflejante de un mar congelado. “En el otoño de 2008 hubo muy fuertes anomalías en la temperatura superficial de las zonas donde el hielo marino se perdió”, declaró la doctora Stroeve a The Independent en anticipación a su presentación de este martes.
“El calentamiento otoñal que hemos observado sobre el océano Ártico, no sólo este año, sino en los cinco años pasados más o menos, representa la amplificación ártica. Esta elevación de las temperaturas del aire en la superficie, en respuesta a concentraciones más elevadas de gases de invernadero, será mayor en el Ártico que en cualquier otro lugar del globo”, añadió. “El clima más cálido provoca más agua abierta en el océano. Conforme estas zonas abiertas se desarrollan en la primavera y el verano, absorben la mayor parte de la energía solar, y eso conduce al calentamiento del océano.
“En otoño, cuando el sol se pone en el Ártico, la mayor parte del calor que se ganó en el océano durante el verano se libera a la atmósfera y la calienta. Esta liberación de calor a la atmósfera es lo que constituye la amplificación ártica”, explicó.
Arriba del promedio
Las lecturas de temperatura en octubre pasado fueron significativamente más altas de lo normal en toda la región ártica –entre 3 y 5 grados centígrados arriba del promedio–, pero en ciertas zonas fueron mucho mayores. En el mar de Beaufort, al norte de Alaska, por ejemplo, las temperaturas del aire cerca de la superficie fueron más de 7 grados superiores a lo normal en esta época del año. Los científicos creen que la única explicación razonable es que el calor acumulado durante el verano por la pérdida del hielo marino se libera de nuevo a la atmósfera antes de que el hielo pueda volver a formarse en invierno.
“Una de las razones por las que nos enfocamos en la amplificación ártica es porque es una buena prueba de la teoría del calentamiento de invernadero. Ya los primeros modelos climáticos nos decían que veríamos surgir esta amplificación a medida que perdiéramos la capa de hielo del verano”, indicó la doctora Stroeve. “Eso es lo que encontramos en estas observaciones. Detestamos decirlo, pero así es.”
Los modelos de computadora han vaticinado que también tendremos veranos enteramente libres de hielo en el Ártico hacia 2070, pero muchos científicos creen ahora que el primero podría ocurrir mucho antes, tal vez en el curso de los próximos 20 años.
Fuente: original de © The Independent traducido y publicado en LaJornada el 17 de diciembre de 2008.-
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