La exposición al cambio climático tendrá efectos negativos sobre la salud de millones de personas, especialmente la de aquellos con menor capacidad de adaptación, como la infancia. De las aproximadamente 350 millones de personas que se verán afectadas por desastres naturales cada año durante la próxima década, 175 millones serán niños. Esto es lo que estima la organización Save the Children, en su informe titulado “¿Un futuro de catástrofes? El impacto del cambio climático en la infancia”, con el que pretende medir los impactos en esa parcela de la población.
Según el informe, la exposición al cambio climático tendrá efectos negativos sobre la salud de millones de personas, especialmente la de aquellos con menor capacidad de adaptación, como la infancia. Actualmente, la media anual de personas afectadas por los desastres naturales es de 250 millones, pero el numero debe incrementar. Entre 2005 y 2006, estos fenómenos se incrementaron un 15% y, aunque no todos se derivaron del cambio climático, los que generaron el 98% de los damnificados, tenían vinculación directa con el incremento general de las temperaturas.
En tres años, la estimativa de las Naciones Unidas es que habrá, en todo el mundo, 50 millones de “desplazados medioambientales”, la mayoría niños y mujeres. Además de eso, la falta de agua potable y la contaminación de la existente dará lugar a la propagación de enfermedades entre la población. Miles de los menores de cinco años mueren cada año en todo el mundo a causa del agua y del saneamiento insalubre, de la contaminación del aire en exteriores e interiores y del paludismo. Muchos desarrollan problemas crónicos relacionados con el medio ambiente, desde alergias hasta discapacidad mental o física.
La estimativa es que el porcentaje de la población mundial expuesta a la Malaria, una de las mayores causas de muerte entre los menores de 5 años, crecerá entre un 45% y un 65% por ciento en los próximos 100 años debido al cambio climático. A pesar de solamente 10% de la población mundial ser de niños menores de cinco años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que ese grupo es el que sufre 40% de las enfermedades relacionadas con el medio ambiente.
De acuerdo con la Save the Children, cada 15 segundos muere uno niño por falta de acceso a agua potable y 40 millones sufren malnutrición extrema. Con los cambios climáticos, el cuadro será aún más grave. La organización, recuerda que “más alarmante es que los niños desnutridos, que por sí son especialmente vulnerables a las infecciones, estarán más expuestos a enfermedades que transmiten los mosquitos, como la malaria y el dengue, debido al aumento de las inundaciones, al calentamiento y a los cambios en los periodos de lluvias”.
Los efectos del calentamiento, entretanto, no serán percibidos de igual forma en todo el mundo. El cambio climático causará los mayores daños y afectará en mayor medida a los niños de países en desarrollo. Según el informe, los niños del continente asiático serán los más afectados por el incremento de desastres naturales relacionados con el cambio climático, a causa del grado de vulnerabilidad del continente a estos desastres. Entre 1996 y 2005, más de dos tercios de las personas que perdieron la vida a causa de desastres naturales vivían en Asia.
En la segunda parte del Cuarto Informe de Evaluación del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), intitulado “Impactos, adaptación y vulnerabilidades”, en el cual son presentados los efectos de acuerdo con la región, los países en desarrollo aparecen como los más vulnerables a los cambios climáticos. “La salud, la seguridad y el sustento familiar de los niños de estas comunidades están amenazados. Además, el cambio climático hace peligrar el desarrollo sostenible, agudizando potencialmente la pobreza infantil y aumentando su vulnerabilidad a sufrir abusos, explotación o desplazamientos forzosos”, explica el informe.
Los cambios se darán principalmente en el paisaje locale. “En Latinoamérica, la sabana sustituirá a las selvas tropicales del este del Amazonas, las áreas semiáridas serán desiertos y se perderá una parte importante de la biodiversidad. Además, los bancos de peces, los corales y el agua potable se verán muy reducidos hacia mitad de este siglo”, estima el IPCC.
Datos de la OMS, muestran que el 86% de las aguas residuales urbanas de América Latina y el Caribe y el 65% de las de Asia se vierten sin tratar en ríos, lagos y mares. Esto resulta especialmente alarmante si tenemos en cuenta que un gran numero de virus y bacterias causantes de enfermedades como diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea, helmintiasis y tracoma siguen junto al agua, la cual es bebida por niños y adultos.
En el informe, la organización recomienda que los países ricos e industrializados reduzcan sus emisiones de carbono en un 80% para 2050 y lleguen a un acuerdo para limitar el calentamiento global a no más de 2 grados centígrados mediante la firma de un nuevo tratado basado en el protocolo de Kyoto. Según el documento, muchos países, incluidos India, Sri Lanka, Perú y Panamá, están aprobando leyes para incorporar el programa de Reducción de Riesgo en Desastres (RRD), en las políticas nacionales y varios países donantes han desarrollado políticas para asegurar la integración de la RRD en su trabajo con países en desarrollo.
Fuente: www.servindi.org (cc)
Comenta en Facebook