(por Lucio Capalbo*) Decrecer para aliviar la crisis ambiental, lo cual resulta tan obvio y tan simple que ningún gobernante del planeta lo recuerda a la hora de formular políticas ambientales. El consumo es la gran variable olvidada en toda estrategia de gestión ambiental. Con nuestra actitud responsable como consumidores, podemos gobernar el sistema mundial.
A diferencia de la lógica del mercader y el absurdo programa sostenido por los mercenarios de los nuevos y efímeros amos del mundo, se plantea aquí la necesidad de decrecer y distribuir, en un contexto de valores espirituales.