La tierra sufre las consecuencias drásticas de una intoxicación severa y generalizada. Quizás los síntomas no sean por el momento tan visibles, sin embargo crecerán exponencialmente cubriendo todo este cuerpo doliente, llevándolo a un límite extremo en un cerrar y abrir de ojos.
El espíritu y la mente de este cuerpo en agonía sufren los efectos colaterales de una drogadependencia profunda que ha echado raíces en lo mas íntimo de su ser. La droga del poder y consumismo exacerbado desde hace décadas nos mantiene en el letargo en nombre del progreso y el desarrollo, y por el momento no nos ha otorgado otra cosa que desastres desde todo punto de vista.